Del 3 de junio al 27 de noviembre de 2022, coincidiendo con la 59 Bienal de Venecia, la séptima edición de Glasstress, la revista, promovida por Fundación Berengo, que invita a nombres internacionales del arte contemporáneo a tratar el procesamiento del vidrio.
La iniciativa de dos años lleva el título "Estado mental", y está alojado en la Fundación Espacio de Arte Berengo en Murano, un horno que fue abandonado en 1965 y transformado en un espacio expositivo.
La eterna relevancia del vidrio
El colectivo Glasstress ofrece un camino que se desarrolla dentro de las facetas del mejor arte contemporáneo, confrontándose una técnica antigua como soplar vidrio.
Las producciones de los artistas han demostrado cómo el vidrio es capaz de emanciparse de los estereotipos y de comunicarse con el espectador a través de una lenguaje moderno y usable.
Las instalaciones del organizador.
Las palabras de Adriano Berengo, presidente de Berengo Studio y de la Fundación Berengo, destacan claramente la entidad y los objetivos de Glasstress: "El vidrio siempre ha tenido un significado especial para Murano y, con motivo deAño de las Naciones Unidas del Vidrio, estamos inmensamente orgullosos de señalar cómo el habilidades creativas ilimitadas de este gran material sigamos por nuevos caminos inexplorados".
Una comparación con la transitoriedad
El tema central de Glasstress es la fragilidad, que distingue tanto al proceso creativo como a la vida misma. De hecho, la exposición se abre con una meditación sobre la muerte y la extinción. La obra de la artista feminista Judy Chicago, titulada “Relieves de mortalidad y extinción”, representa una lápida rosa caramelo que invita a los espectadores a contemplar su propio destino. La muerte también está en los cráneos de animales de Jimmie Durham; y en el ataúd de Marya Kazoun lleno de hojas.
Un entrelazamiento de destinos
La fragilidad como condición existencial también se repite en la silla realizada por Ryan Gander, donde uno puede sentarse o lastimarse, y sobre todo en la araña rodeada de abejas de Laure Prouvost. La referencia al destino de Ícaro actúa como un llamado a la conciencia, como ocurre en una célebre cita atribuida a Albert Einstein, que vincula el destino del hombre al de los insectos polinizadores.
De la fragilidad a la creación
Finalmente, Glasstress representa una invitación a abrazar la propia fragilidad como impulso a la creatividad. Porque es precisamente el impulso creativo, en su valor absoluto (del latín 'absolutus', libre de constricciones), el que puede generar esa energía restauradora, que es sinónimo catártico de renacimiento y amor.
Solo queda descubrir todas las obras del colectivo visitando Glasstress hasta el 27 de noviembre.
Fuentes: corrieredelveneto.corriere.it, artemagazine.it
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