La historia del vidrio y su procesamiento es muy antigua: cada vez que usamos una jarra o un vaso, ¡debemos recordar la tradición milenaria!
Sin duda, elegir un recipiente de vidrio para alimentos significa mirar hacia el futuro: de hecho, las ventajas que aporta el vidrio en términos de sostenibilidad y reciclaje son innegables.
La historia de los envases de vidrio tiene sus raíces en un pasado muy antiguo.
¡El artefacto de vidrio más antiguo conocido hasta la fecha se remonta a Egipto en 1500 a. C.! Es una vasija de color azul claro opaco, que ahora se conserva en la colección egipcia del Museo Estatal de Múnich.
La técnica de fundición en arena para crear artefactos es difícil de ubicar en una región específica y en una época específica.
En el período neolítico, el procesamiento de la obsidiana ya estaba muy extendido.
El verdadero descubrimiento de la materia vítrea en forma de pasta vitrea en cambio, data del tercer milenio antes de Cristo y se encuentra entre Mesopotamia y el Alto Egipto.
De este "mundo" tenemos hallazgos preciosos: letras alfabéticas escritas en vidrio, colgantes preciosos, fragmentos de joyas y joyas de diversas formas.
Todavía era una técnica rudimentaria: permitía obtener solo objetos pequeños y básicamente opacos.
Como nos cuenta la historia, fueron los mercaderes fenicios quienes difundieron esta técnica en múltiples áreas geográficas.
De hecho, los hallazgos de vidrio conocidos comienzan a multiplicarse y extenderse a mayor escala.
Es el Antiguo Egipto el que destaca por su producción de vidrio. La pompa que caracterizó a las diversas dinastías también se expresó a través de estos artefactos.
Por tanto, la excepcionalmente alta calidad del vidrio egipcio se debe también a esta búsqueda de nuevas y mejores técnicas para crear nuevos y mejores adornos.
En el sitio arqueológico de Amarna, por ejemplo, se encontraron cañas y palillos, utilizados para soplar mejor la masa vitrea todavía caliente.
Esto conduce a la producción de los primeros recipientes, objetos huecos: vasos, botellas y jarrones.
A menudo coloreados por cobalto o turquesa (un material que se agregó a los ingredientes “básicos” de la arena de sílice), tenían decoraciones de festones terminados. De esta manera, se agregó un tono blanco al tono azul de la base, ahora amarillo, ahora marrón. Para crear estos objetos raros, se necesitaba claramente una técnica igualmente definida y precisa: y es esta gran y antigua sabiduría la que "dibujamos" cuando usamos nuestras botellas y vasos.
fuente: betterinvetro.it
